Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo del 23 de octubre de 2000 que establece un marco para una política comunitaria del agua, también conocida como Directiva marco.
Fija los objetivos y los plazos, entre ellos, el "estado bueno" de las aguas en 2015, y establece un procedimiento para conseguirlos: realización de una evaluación de la situación, definición de un programa de seguimiento, consulta y participación del público para la elaboración de planes de gestión de la cuenca, adopción de un programa de medidas, recuperación de los costes, etc.